domingo, 15 de junio de 2008

Jugar...

Disfrutar... Sólo ese instante...
Reencontrarse con la única preocupación con la que llegamos al mundo...
Volar..... Aunque sea un momento...
Reír... Aunque sea pasajero...
¿Qué sentido tiene la felicidad sin profundidad?
Preferir ser profundo ante cada situación... Abandonarnos en la inmensidad azarosa y dejarnos penetrar con violencia...
O ser feliz y complacivo ante cada fórmula de "felicidad" instaurada que se puede adquirir en cualquier vidriera o en cualquier papeleta...
La profundidad suena más atractiva, aunque pueda resultar dolorosa. Con frecuencia.
Pero...... ¿Que mejor sensación que la de tomar una bocanada de aire justo después de haber estado sumergido en el agua por mucho tiempo? No existe el placer sin el contraste. Como no existe el vértigo sin el deseo.
¿Qué mejor sensación que la de jugar como un niño, invadido por ese instante en el que el tiempo deja de cobrarnos la vida para darnos la oportunidad de disfrutarla?
La decisión es nuestra...
La alienación también...

martes, 10 de junio de 2008

EL EQUILIBRIO

Se suele estar adentro o afuera, por encima o por debajo. Todos estamos, miramos, pero no todos vemos.
La diferencia que hay cuando se lo ve es que poco a poco todo va cobrando sentido. Las cosas dejan de ser por ser y el alma se empieza a ensanchar. Empieza a haber un placer absoluto por el simple respirar y una se hace sensible ante las pequeñas cosas que suelen ser invisibles desde afuera. Se vuelven pesadas, significativas, contundentes, hay una absoluta realidad de existencia por encima del mundo o del trasmundo. Es como cuando el agua cae por tu cara y te podes detener en cada poro que va inundando y así observar lo que va limpiando.Yo no sé si se sabe, lo que sé es lo que pasa cuando te encontrás con alguien que sí sabe, porque se siente. Es como cuando estas dormido y de repente te abren una persiana y el sol te enceguece y a la vez te inunda de su energía (es una conexión inmediata). Esa misma energía que sólo se encuentra aquí adentro y que te inunda, es la misma que a la vez te separa, te aísla, margina. Y poco a poco las paredes de este triangulo que antes te albergaban, ahora se vuelven cada vez más invisibles, más impermeables, rígidas. Entonces es ahí cuando dudo en donde quiero o es mejor estar. Es allí cuanda vislumbro que la vida se vuelve una balanza en donde el peso puede ir para un lado o para el otro, equilibrar o desequilibrar.
Lo único importante termina siendo la esencia para no volcar.

La vida es una tómbola!!!


Así me siento ahora, soy como un trompo que no para de girar y va para donde más fuerte sopla el viento y por momentos logra detenerse pero nunca pierde su equilibrio.El eje de todo trompo es un pequeño palo fino recubierto de una gran masa ovalada que lo envuelve y le da estabilidad.La vida es eso, un continuo de situaciones que nos rodean y nos hacen girar con más o menos intensidad, con más o menos pasión.Capoeira es mi gran masa envolvente que siempre esta acompañada de un viento potente que permite que gire, gire, gire y gire sin parar, sin dejarme limitar por el pensamiento que tanto suele empecinarse con mi persona.Todo es energía, el movimiento que nos hace girar es energía, solo tenemos que aprender a percibirla y dejarnos llevar: ÚNICA FORMULA DE FELICIDAD.

Tratando de no volcar

Miedo de convertirme esclava de una realidad que siempre identifiqué lejos mío. Más miedo aún por ser conciente que existe y que día a día nos tienta como si fuese una gran fruta llena de dulce de leche.
Nunca sentí ni pensé en nada que me haga dudar de quien soy, pero a veces aparecen personas que marcan un punto de inflexión y ponen una lupa sobre mi. Deteniéndose ante la inmensidad de seres humanos que hay en el mundo, de repente te focalizan para decirte “Epa…. ¿A donde vas?” y ahí escucho, miro, siento y me destrozo aunque sea por unos días hasta volver a entender de qué se trata un poco todo.
No sé si es que los destinos cambian o simplemente es parte de una búsqueda que me hace ir abriendo diferentes cofres. Quizás las personas que pertenecen a uno que abrí hace un tiempo les cuesta entender que mi distancia es sólo parte del descubrimiento. Sin embargo, es cierto que en esa búsqueda y alejamiento de aquellos baúles que alguna vez supe abrir y me deslumbraron y me llenaron de vida, hoy, al estar un tanto más lejos de ellos pueda que los pierda un poco de vista.Una vez alguien me dijo que cada cofre que uno abre en la vida tiene la dicha de venir con personas llenas de sentimientos, vidas e ideas. Por suerte hoy me sucede eso, esas personas vuelven a tirar de la soga reclamándome y exigiéndome que no me olvide que alguna vez decidí estar allí adentro y mimetizarme con todo lo que los llenaba y nos hacía soñar en un mismo camino.
Anoche soñé con manteca, una manteca gigante, blanda y con un envoltorio de color verde brillante. Pienso porqué soñé con ella. Siempre tengo la costumbre de despertar y buscar que es lo que mis sueños quieren decirme cada día. Mmmmmmmmmmm, manteca, manteca???????? Me dejo pensar un instante y de repente vuelvo a releer el comienzo de este escupitajo de ideas y creo que puede estar queriendo mostrarme como ando resbalando por la vida, a conciencia, a propósito y con intención, pero dejando de lado la realidad con la cual me sentí muy comprometida siempre. No quiero distraerme tanto, no quiero perder el rumbo y creo que por eso y para eso existen ciertos seres que me encienden la linterna para mostrarme el camino. Ponen luz sobre algunas cosas que voy dejando de observar y saber disfrutar.
Jugando con los extremos como siempre, luego de una tarde en la que alguien me tiro una cascada de concepciones sobre mi persona, mi pensamiento quedó nuevamente deambulando por el éter en búsqueda de muchas respuestas. Al día siguiente, en la búsqueda desesperada de ellas, mientras dormía en el viaje de retorno a mis orígenes, abrí por un segundo los ojos y vi apoyado sobre mi falda un libro que decía algo así como “este libro cambiará tu vida para siempre”, rápidamente el ser que el día anterior me zamarreó un poco apareció en mi mente y me hizo sentir que ¿qué estaba pasando conmigo? ¿Dejé de leer a Galeano para leer a un X que habla sobre algo impalpable?
Como reflexión sé que los excesos no son buenos y que por estar en un lugar hoy no dejo de recordar y saber que hay otros que me apasionan, lo que pasa es que por tener tantas hormigas en el orto tengo la maldita necesidad de estar siempre buscando nuevas sensaciones y cosas que me hagan vibrar el alma.Solo es una cuestión de búsqueda, pero ¡Que bueno que existen quienes que recuerden lo que ya había encontrado para que no me desvirtúe!

martes, 3 de junio de 2008

Y bueno... ya pasará



Como me molesta sentir que me pegoteo en la rutina.

Con frecuencia logro despegarme de ella realizando grandes saltos que me mantienen suspendida en el aire por un buen tiempo, hasta que de repente, PLAFF!!! Vuelvo a empantanarme en este caramelo rutinario que se empecina en poseerme. Me empalaga tanto que por fin logra volverme insulsa: cualidad típica de toda persona que se mueve dentro de una vida rotulada, llena de formas que desbordan y le hacen perder el sabor de la vida.

A veces no solo me envuelve con su asqueroso pegamento, sino que logra ahogarme. Me vuelve ciega y cada vez que intento empezar a despegarme de él, con el gran fin de pegar el salto para suspenderme en el aire, vuelvo a sentirme atrapada en esta cubierta de caramelo que se vuelve dura e impenetrable. Y yo, quedo debajo de todo aquello. Lo único que tiene posibilidad de movimiento son mis ojos que con desesperación piden a gritos libertad. Hasta que por fin, la solución empieza a descubrirse... El sol comienza a asomarse, y empieza a derretir este armamento dulce.

Luego, el agua limpia los restos que quedan depositados en mi cuerpo y allí sí, por fin puedo pegar el gran salto.

Es un proceso cíclico, no responde a un tiempo cronometrado pero siempre está renovando sus estadios. A veces es mejor no pensarlos tanto, solo transitarlos estando atenta de no hundirme en los terrenos que se interponen en el camino.

Ser consiente de la sombra que me acecha pero mantenerme a la espera del sol para que mi ser pueda transformarse.

Ahora estoy en la fase dos, el caramelo rutinario se ha puesto duro y estoy a la espera del sol.