martes, 10 de junio de 2008

Tratando de no volcar

Miedo de convertirme esclava de una realidad que siempre identifiqué lejos mío. Más miedo aún por ser conciente que existe y que día a día nos tienta como si fuese una gran fruta llena de dulce de leche.
Nunca sentí ni pensé en nada que me haga dudar de quien soy, pero a veces aparecen personas que marcan un punto de inflexión y ponen una lupa sobre mi. Deteniéndose ante la inmensidad de seres humanos que hay en el mundo, de repente te focalizan para decirte “Epa…. ¿A donde vas?” y ahí escucho, miro, siento y me destrozo aunque sea por unos días hasta volver a entender de qué se trata un poco todo.
No sé si es que los destinos cambian o simplemente es parte de una búsqueda que me hace ir abriendo diferentes cofres. Quizás las personas que pertenecen a uno que abrí hace un tiempo les cuesta entender que mi distancia es sólo parte del descubrimiento. Sin embargo, es cierto que en esa búsqueda y alejamiento de aquellos baúles que alguna vez supe abrir y me deslumbraron y me llenaron de vida, hoy, al estar un tanto más lejos de ellos pueda que los pierda un poco de vista.Una vez alguien me dijo que cada cofre que uno abre en la vida tiene la dicha de venir con personas llenas de sentimientos, vidas e ideas. Por suerte hoy me sucede eso, esas personas vuelven a tirar de la soga reclamándome y exigiéndome que no me olvide que alguna vez decidí estar allí adentro y mimetizarme con todo lo que los llenaba y nos hacía soñar en un mismo camino.
Anoche soñé con manteca, una manteca gigante, blanda y con un envoltorio de color verde brillante. Pienso porqué soñé con ella. Siempre tengo la costumbre de despertar y buscar que es lo que mis sueños quieren decirme cada día. Mmmmmmmmmmm, manteca, manteca???????? Me dejo pensar un instante y de repente vuelvo a releer el comienzo de este escupitajo de ideas y creo que puede estar queriendo mostrarme como ando resbalando por la vida, a conciencia, a propósito y con intención, pero dejando de lado la realidad con la cual me sentí muy comprometida siempre. No quiero distraerme tanto, no quiero perder el rumbo y creo que por eso y para eso existen ciertos seres que me encienden la linterna para mostrarme el camino. Ponen luz sobre algunas cosas que voy dejando de observar y saber disfrutar.
Jugando con los extremos como siempre, luego de una tarde en la que alguien me tiro una cascada de concepciones sobre mi persona, mi pensamiento quedó nuevamente deambulando por el éter en búsqueda de muchas respuestas. Al día siguiente, en la búsqueda desesperada de ellas, mientras dormía en el viaje de retorno a mis orígenes, abrí por un segundo los ojos y vi apoyado sobre mi falda un libro que decía algo así como “este libro cambiará tu vida para siempre”, rápidamente el ser que el día anterior me zamarreó un poco apareció en mi mente y me hizo sentir que ¿qué estaba pasando conmigo? ¿Dejé de leer a Galeano para leer a un X que habla sobre algo impalpable?
Como reflexión sé que los excesos no son buenos y que por estar en un lugar hoy no dejo de recordar y saber que hay otros que me apasionan, lo que pasa es que por tener tantas hormigas en el orto tengo la maldita necesidad de estar siempre buscando nuevas sensaciones y cosas que me hagan vibrar el alma.Solo es una cuestión de búsqueda, pero ¡Que bueno que existen quienes que recuerden lo que ya había encontrado para que no me desvirtúe!

No hay comentarios: