viernes, 11 de julio de 2008

¿A dónde?

Ayer me encontré con vos sin darme cuenta de que estabas muerto.
Te vi en eso ojos cargados de pasado, te vi poniendo tus pies en el agua y desplegando toda la opresión que cargaste desde tu existencia. Tu dependencia a ese cuerpo que supo encarcelarte, que te encerró durante la infancia. Te vi gritando con tanto ímpetu un grito de libertad y confianza en que todo era posible.
Y después dicen que fue demagogia, vos me enseñaste que fue realidad, porque sino, cual es el fin de la política si no es cambiarle la realidad a los ciudadanos. Tu vida, así me lo mostraste, estuvo atravesada por un antes y un después de él.
Te contemple y pensé que estabas como yo mirando ese episodio, pero tuvieron que pasar solo unos minutos hasta que caí.
Caí en tu ausencia, mis ganas infinitas de abrazarte y compartir con vos ese sentimiento. ¿Porque te fuiste? Tengo miedo de olvidar tu voz, tu ronroneo al saludarme, miedo de olvidar tu mirada cargada de sufrimiento. ¿Donde estás? No quiero ver que mi vida pasa sin poder compartirla con vos.
Estás tan en mi, ya lo sé, pero a veces, días como hoy, no me conformo con saber que estás en mis recuerdos, en mi historia. Hoy te quiero presente, mirándome como lo hiciste esa mañana de invierno cuando te vi descender del tren y caminar por el largo andén, que fue largo para vos que con tu renguera no lograste alcanzar a todos los transeúntes que corrían a quien sabe donde. Te acercaste y tus ojos se achinaron producto de la hermosa sonrisa que me regalaste. La misma con la cuál me recibías cada vez que te visitaba.
Con la misma paciencia te fuiste,,, con la paciencia que siempre te caracterizó. Con la misma que soportaste todas las penas que la vida te puso adelante.
Admiro tu esencia, amo tu nobleza y envidio tu humildad.
Por vos sentí amor ante cada viejo que me cruzaba, de los cuales hoy desconfía. Dudo que historia hay tras sus ojos, quienes fueron. En cada uno de ellos veo un posible asesino, o cómplice. ¿Que importa la diferencia? Me volví una desconfiada.
Que triste es sentir que el tiempo pasa y cada vez que te recuerdo me encuentro con que nuestro ultimo beso fue cuando todavía era una nena, y hoy cada vez me parezco más a una mujer.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué belleza, amiga...